domingo, 4 de enero de 2009

El tesoro del Miño


Hace muchos siglos, un tesoro yacía en el Miño.
Un romano sensitivo al pasear junto al río
vió en una piedra adherido, algo con mucho brillo,
dando cuenta de lo acontecido a un Capitán amigo.
El alto cargo romano dio orden de examinarlo.
Una vez analizado, comprobó que era oro en grano.
Sin dudarlo, llevó soldados para expropiarlo,
tardando muchos años en recogerlo y seleccionarlo.
Para transportarlo levantaron un paso elevado;
metiendo el oro en carros, para Roma lo llevaron.
A pesar de los años aún resiste el puente Romano,
y al lugar del hallazgo Ourense llamaron.
Ningún antiguo romano pudo haber imaginado
que un tesoro más valioso aún quedaba guardado.
Pasados mas de mil años, el ciudadano está disfrutando
de aguas sanadoras que el sabio Miño va arrojando.
El Miño en su paso por Ourense echa agua caliente
que con líquido diferente, aflora en varias fuentes,
bebiendo en ellas la gente que de remedios entiende,
siendo buen referente para los que están dolientes.
Los que se bañan en “A Chavasqueira” curan el reuma.
Bebiendo las aguas de Reza, el catarro se aleja.
Las heridas y eczemas las del Tinteiro remedia.
Nadando en “O Muiño da Veiga” la paz se encuentra.
Recorriendo las termas, en Outariz está la meta.
El que allí llega, disfruta de la naturaleza.
Metiéndose en las pozas, la mente ya despeja,
encontrándose su alma muy tranquila y serena.