miércoles, 17 de septiembre de 2008

El tabaco



¡Cuán extraño poder tiene el tabaco
que a los jóvenes está tentando!
Siendo muchos los que quieren probarlo,
sólo unos cuántos logran rechazarlo.

Se comienza fumando por diversión
y al final se convierte en adicción.
Buscando en él una total relajación,
se consigue aumentar la excitación.

Al saborearlo cuan rica golosina,
consigue infiltrarse la nicotina
en el organismo de su víctima,
llegando a complicarle la vida.

Aspirando el humo de un cigarro,
los pulmones se van encharcando
y al corazón queda perjudicando,
minando la salud a corto plazo.

La nube que se forma con el tabaco
envuelve al personal más cercano,
metiéndose adentro al respirarlo,
en el ser humano queda haciendo daño.

El tabaco al igual que otras drogas
anula la voluntad de las personas.
Cuando les falta se ponen nerviosas
actuando cual se volviesen locas.

En esta poesía quiero homenajear
a todos los que poniendo voluntad,
del tabaco se lograron liberar
convencidos de su gran nocuidad.