Es la alergia un mal invisible
para el que en su carne no la vive
y con ningún enfermo convive,
pensando que sólo en la ficción existe.
Al individuo que por ella es invadido,
se siente muchas veces inhibido
y cansado de ser tan sufrido,
viviendo con pesar su cruel destino.
El alérgico, al mundo pide comprensión
para ayudar a amortiguar su dolor,
pues muchas veces tiene la sensación
de indiferencia a su alrededor.
Alergias hay, capaces de matar
aunque sea difícil de asimilar.
Si a tiempo se consiguen detectar,
un triste final se podrá evitar.
Los familiares de estos pacientes
del peligro suelen ser conscientes.
A su lado permanecen fieles,
logrando animarles con creces.
La esperanza sale al encuentro
de todo aquél que es alérgico,
siendo cuestión de tesón y esfuerzo
para que la alergia vaya remitiendo.
Cuando es leve, pronto desaparece
si el paciente es totalmente obediente,
medicándose correctamente
y de sus actos es muy consecuente.
para el que en su carne no la vive
y con ningún enfermo convive,
pensando que sólo en la ficción existe.
Al individuo que por ella es invadido,
se siente muchas veces inhibido
y cansado de ser tan sufrido,
viviendo con pesar su cruel destino.
El alérgico, al mundo pide comprensión
para ayudar a amortiguar su dolor,
pues muchas veces tiene la sensación
de indiferencia a su alrededor.
Alergias hay, capaces de matar
aunque sea difícil de asimilar.
Si a tiempo se consiguen detectar,
un triste final se podrá evitar.
Los familiares de estos pacientes
del peligro suelen ser conscientes.
A su lado permanecen fieles,
logrando animarles con creces.
La esperanza sale al encuentro
de todo aquél que es alérgico,
siendo cuestión de tesón y esfuerzo
para que la alergia vaya remitiendo.
Cuando es leve, pronto desaparece
si el paciente es totalmente obediente,
medicándose correctamente
y de sus actos es muy consecuente.