martes, 16 de septiembre de 2008

Los esclavos del trabajo


En este siglo de aparente progreso,
cientos de jefes duros como un hueso,
buscan tener el bolsillo muy lleno
a cuenta de obreros con futuro incierto.

Abusando de sus subordinados
los tratan como si fueran esclavos,
olvidando que son seres humanos,
esperando ser recompensados.

Gente sin conciencia llena sus arcas
encontrando mano de obra barata,
en ambientes donde personas marginadas
huyen del hambre desconsoladas.

Proviniendo de familias agraviadas
miles de criaturas desesperadas,
con corta edad llevan grandes cargas
al dejarse atrapar por las mafias.

Muchachos a los que la tristeza acompaña
desde que dió comienzo su tierna infancia.
De su lado la suerte está apartada
viviendo día a día en pura desgracia.

¿Cuántas veces nos pasamos de listos
y a explotar infelices contribuimos?
Con precios que bendicen los bolsillos
compramos artículos hechos por niños.

Por el contrario, todavía hay empresarios
a los que empleados bien remunerados
holgazanean lo que pueden los muy vagos,
dejándolos al final bien perjudicados.