En la época que hoy nos tocó vivir
en la mente es muy fácil imprimir
sentimientos tan malos de reprimir,
que si se dejan fluir pueden deprimir.
El ritmo que nos marca la vida
es tan rápido; que a quien lo siga
sin obedecer al corazón cuando avisa,
para la sepultura irá a toda prisa.
Nos pasamos el día muy preocupados
con problemas que nos tienen descentrados.
Cuando consigamos tranquilizarnos,
con paciencia sabremos arreglarlos.
Si se sufre una grave enfermedad,
no es fácil saberse conformar.
Con tesón y fuerza de voluntad
la mejoría pronto se hará notar.
Al darse cuenta el ser humano
de que algo puede estar fallando,
viéndose cansado y desesperado,
otras alternativas va buscando.
Todo logrará ser diferente
al conseguir relajar la mente.
La suerte vendrá rápidamente
para retirar cuanto nos moleste.
Si la tristeza nos quiere acompañar,
de nuestro lado la debemos retirar,
alegrándonos al verla marchar,
procurando que no vuelva a molestar.
